Los límites del amor
No podemos vivir sin afecto, nadie puede
hacerlo, pero si podemos amar sin esclavizarnos. El sano desapego no es más que
una elección que nos dice a gritos: el amor es ausencia de miedo. Lo ideal es
entender que uno tiene que tener principios pero capaz de revisarlos cuando sea
necesario. Ponerle límites al amor no significa ponerle límites al sentimiento.
No todo desamor es malo, y no todo amor es sostenible. El amor centrado y
maduro requiere de dos sujetos activos, es decir, dos personas con voz y voto,
el verdadero amor no se conoce por lo que exige sino por lo que ofrece, y sólo
se puede amar, y vivir, desde la autonomía personal y no desde la dependencia.
Walter Riso
No hay comentarios:
Publicar un comentario