"Grupo de reflexión y acción" desarrollado en Bosques Norte , Municipalidad de Florencio Varela. Coordinadores :Monica B Acosta/ Marcelo O Cespedes Relfexion sobre Temáticas referentes a la actualidad biopscicosocial , Todos los jueves de 13. 30 hs a 16 hs en la sala "Julian Baigorri"
domingo, 6 de abril de 2014
jueves, 3 de abril de 2014
pedido!!!
Atención a todos los despertares !!!!!!!
Como les comunique anteriormente, por razones de índole administrativa cambiaremos la modalidad del taller , necesito saber disponibilidades de cada miembro, les paso las posibilidades de los coordinadores
Lunes, o jueves en Bosques Norte 11 hs duración: 2 hs
Viernes o Miercoles 14 hs en Pepsi duración: 2 hs y media
Espero sus horarios , solo coloquen en la parte de respuestas de la pagina sus días y horarios y sus nombres hoy se acerco nuestra compañera Gisella y acordamos día , espero que también se sumen.....
un gran abrazo a todos
Marcelo
Como les comunique anteriormente, por razones de índole administrativa cambiaremos la modalidad del taller , necesito saber disponibilidades de cada miembro, les paso las posibilidades de los coordinadores
Lunes, o jueves en Bosques Norte 11 hs duración: 2 hs
Viernes o Miercoles 14 hs en Pepsi duración: 2 hs y media
Espero sus horarios , solo coloquen en la parte de respuestas de la pagina sus días y horarios y sus nombres hoy se acerco nuestra compañera Gisella y acordamos día , espero que también se sumen.....
un gran abrazo a todos
Marcelo
una belleza para el alma
Cuando yo me vaya, no quiero que llores, quédate en silencio, sin decir palabras, y vive recuerdos, reconforta el alma.
Cuando yo me duerma, respeta mi sueño, por algo me duermo; por algo me he ido.
Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada, y casi en el aire, con paso muy fino, búscame en mi casa, búscame en mis libros, búscame en mis cartas, y entre los papeles que he escrito apurado.
Ponte mis camisas, mi sweater, mi saco y puedes usar todos mis zapatos. Te presto mi cuarto, mi almohada, mi cama, y cuando haga frío, ponte mis bufandas.
Te puedes comer todo el chocolate y beberte el vino que dejé guardado. Escucha ese tema que a mí me gustaba, usa mi perfume y riega mis plantas.
Si tapan mi cuerpo, no me tengas lástima, corre hacia el espacio, libera tu alma, palpa la poesía, la música, el canto y deja que el viento juegue con tu cara. Besa bien la tierra, toma toda el agua y aprende el idioma vivo de los pájaros.
Si me extrañas mucho, disimula el acto, búscame en los niños, el café, la radio y en el sitio ése donde me ocultaba.
No pronuncies nunca la palabra muerte. A veces es más triste vivir olvidado que morir mil veces y ser recordado.
Cuando yo me duerma, no me lleves flores a una tumba amarga, grita con la fuerza de toda tu entraña que el mundo está vivo y sigue su marcha.
La llama encendida no se va a apagar por el simple hecho de que no esté más.
Los hombres que “viven” no se mueren nunca, se duermen de a ratos, de a ratos pequeños, y el sueño infinito es sólo una excusa.
Cuando yo me vaya, extiende tu mano, y estarás conmigo sellada en contacto, y aunque no me veas, y aunque no me palpes, sabrás que por siempre estaré a tu lado.
Entonces, un día, sonriente y vibrante, sabrás que volví para no marcharme. —
Cuando yo me duerma, respeta mi sueño, por algo me duermo; por algo me he ido.
Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada, y casi en el aire, con paso muy fino, búscame en mi casa, búscame en mis libros, búscame en mis cartas, y entre los papeles que he escrito apurado.
Ponte mis camisas, mi sweater, mi saco y puedes usar todos mis zapatos. Te presto mi cuarto, mi almohada, mi cama, y cuando haga frío, ponte mis bufandas.
Te puedes comer todo el chocolate y beberte el vino que dejé guardado. Escucha ese tema que a mí me gustaba, usa mi perfume y riega mis plantas.
Si tapan mi cuerpo, no me tengas lástima, corre hacia el espacio, libera tu alma, palpa la poesía, la música, el canto y deja que el viento juegue con tu cara. Besa bien la tierra, toma toda el agua y aprende el idioma vivo de los pájaros.
Si me extrañas mucho, disimula el acto, búscame en los niños, el café, la radio y en el sitio ése donde me ocultaba.
No pronuncies nunca la palabra muerte. A veces es más triste vivir olvidado que morir mil veces y ser recordado.
Cuando yo me duerma, no me lleves flores a una tumba amarga, grita con la fuerza de toda tu entraña que el mundo está vivo y sigue su marcha.
La llama encendida no se va a apagar por el simple hecho de que no esté más.
Los hombres que “viven” no se mueren nunca, se duermen de a ratos, de a ratos pequeños, y el sueño infinito es sólo una excusa.
Cuando yo me vaya, extiende tu mano, y estarás conmigo sellada en contacto, y aunque no me veas, y aunque no me palpes, sabrás que por siempre estaré a tu lado.
Entonces, un día, sonriente y vibrante, sabrás que volví para no marcharme. —
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